Geografía e Historia en breve
CULTURA
Geografía e Historia en breve
Puerto de la Cruz está en un punto estratégico del norte de Tenerife; cerca de todo lo que no querrás perderte durante tu estancia en la isla.
La historia del turismo comienza en Puerto de la Cruz
La historia de Puerto de la Cruz es la historia del viaje y de los viajeros. Conocerla es descubrir una ciudad con identidad propia. Su presente está ligado a la historia del viaje, al intercambio entre culturas y al turismo. Puerto de la Cruz ha asistido a los primeros, siendo fiel testigo del nacimiento del turismo.
El pequeño refugio pesquero se convirtió en el punto de entrada a la Isla en el siglo XVIII; escala casi obligatoria en las rutas comerciales de Europa con América y África. El vino fue el principal motor de desarrollo en los inicios y trajo consigo prosperidad, pero también momentos complicados, desde que comenzaran a surgir productores competidores, como Italia o Jerez, tras la pérdida de los mercados coloniales de Portugal e Inglaterra.
Los primeros excursionistas llegaron en el siglo XIX a bordo de los vapores de las compañías fruteras; buscaban disfrutar del buen clima y del paisaje, tan exótico y atractivo. Junto a éstos, arribaron científicos y cruceristas, en su paso hacia otras latitudes. Muchos se quedaron. ¡Cómo no iban a hacerlo! Este asentamiento de familias influyentes convirtió a Puerto de la Cruz en una de las ciudades más importantes de Canarias, sobre todo en la época de la Ilustración.
A finales del siglo XIX comenzaron a surgir las verdaderas iniciativas turísticas; se construyen hoteles, el balneario y otros atractivos para los visitantes. Además, Puerto de la Cruz es el destino elegido por los británicos para recuperarse de afecciones respiratorias y otras dolencias del cuerpo y el espíritu. Comienza entonces una época en la que grandes personajes de la ciencia, la política o la cultura europeas dejan su huella en la ciudad y sus habitantes.
La gran transformación llegó después, con el boom del turismo, en los años cincuenta. El municipio de Puerto de la Cruz es declarado “Lugar de Interés Turístico” y, desde entonces, se le conoce con el sobrenombre de “La Ciudad Turística”.
Un emplazamiento privilegiado
La ciudad se sitúa en el corazón del norte de Tenerife, la cara más auténtica y que mejor ha sabido conservar las tradiciones y el ritmo de vida de la isla. Se asienta en el frondoso Valle de La Orotava, una gran depresión de aproximadamente 150 kilómetros cuadrados, tapizada de viñedos y fincas de plátanos, que fue creada por un deslizamiento volcánico hace millones de años.
Sus 8,73 kilómetros cuadrados convierten al Puerto en el municipio más pequeño de Canarias y te hace pensar en lo bien aprovechado que está cada uno de sus metros: complejos turísticos, parques de ocio, playas, jardín botánico, barrios residenciales…
Su costa, como ocurre en todo el norte de Tenerife, es acantilada, sobre todo en Punta Brava y Martiánez, por eso, podrás asomarte y contemplar el infinito mar desde sus numerosos balcones naturales. Si lo prefieres, puedes disfrutar de las imponentes vistas al acantilado desde una playa de arena, o darte un tranquilo baño en el muelle entre barcas de pescadores.