La ciudad de Puerto de la Cruz te recibe con los fogones encendidos. Te invita a bajarte del coche y a recorrer sus calles y plazas con calma.
Nada mejor para abrir el apetito que pasear por cada uno de sus rincones y disfrutar de los aromas culinarios que se escapan de las cocinas de sus restaurantes.
Un recorrido sensorial que te trasladará de inmediato a un exquisito viaje de sabores por el mundo. Hasta Puerto de la Cruz recalan los productos más arraigados de la tierra canaria y otros procedentes de lugares más lejanos.